jueves, 28 de octubre de 2010

Crece el rechazo en la UE a la reforma del Tratado que pide Alemania

Bruselas ve "inaceptable" la propuesta de quitar el voto a los países infractores del déficit aunque admite una reforma limitada del Tratado. 

La propuesta de la canciller alemana, Ángela Merkel, de suspender el derecho a voto a los Estados miembros que "violen gravemente" los principios de la Unión Económica y Monetaria está tropezando con un amplio y creciente rechazo en la Comisión y varios Estados Miembros. La otra demanda de Merkel, apoyada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, de exigir un mecanismo permanente para "el tratamiento ordenado" de los Estados insolventes, encuentra más apoyos, siempre que la reforma del Tratado que ello implica fuera mínima.

La reforma del Tratado de Lisboa, que entró en vigor el pasado 1 de diciembre, para reforzar la disciplina del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, dominará los debates de la cumbre. El Consejo Europeo aprobará las propuestas de los responsables económicos de la UE, acordadas en el marco de la Task Force/i>, que implican un refuerzo considerable para el gobierno económico de la UE y el endurecimiento de las sanciones a los países infractores.
La aprobación de estas propuestas, menos ambiciosas que las iniciales presentadas por la Comisión, fueron pactadas entre París y Berlín y no supondrá grandes dificultades.
El conflicto se centra en la segunda parte del pacto franco-alemán alcanzado en Deauville (Francia), que recoge las dos viejas aspiraciones de Alemania: la suspensión de voto a los países que infrinjan gravemente los criterios de déficit y la constitución de un mecanismo para tratar ordenadamente la crisis de los países insolventes, que exige a los bancos que asuman su parte en las pérdidas.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha asegurado, poco antes de que empezara la reunión, que "si el cambio de Tratado debe servir para reducir el derecho de voto lo encuentro inaceptable". En su opinión se trata de "una idea irrealista, incompatible con la idea de un cambio limitado del Tratado y no sería nunca aceptado jamás por la unanimidad".
El primer ministro sueco, Fredrick Reinfeld, se ha mostrado dispuesto a analizar los argumentos de Alemania, pero advirtió de que "resolver el problema alemán no debe crear problemas a los demás".
A su llegada al Consejo, Merkel ha reiterado con contundencia la necesidad de quitar el voto a los países infractores y crear un mecanismo permanente para la resolución de las crisis.
Por su parte el ministro de Finanzas de Italia, Giulio Tremonti, ha mostrado su satisfacción por las nuevas propuestas "porque era razonables y absolutamente manejables", tras conocer que se había diluido la pretensión de endurecer los criterios sobre deuda.
El presidente de los socialistas europeos, Poul Nyrup Rasmussen, ha calificado de "inaceptable" la suspensión del voto a los países infractores.

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