sábado, 30 de octubre de 2010

DEUDA DEL ESTADO

Una de las primeras noticias que fueron publicadas en este blog trataba los bonos estadounidenses y sus nuevos tipos de interés como una novedad, intentaremos a continuación tratar los bonos desde la teoría económica y la razón por los cuales estos últimos han resultado tan sorprendentes.

En el afán de los distintos gobiernos por conseguir financiación para desarrollar su actividad encuentran dos fuentes destacadas, estas son, los impuestos y los bonos (o deuda pública). Pese a la experiencia histórica de que no siempre los gobiernos cumplen con sus compromisos con los de gobiernos anteriores, suponemos que se mantendrá cierto grado de consistencia y se respetarán los compromisos adquiridos, pagando al portador la cantidad especificada del bien.

Una vez que el estado vende los bonos debemos de pensar en cómo será capaz de cumplir sus obligaciones, en este aspecto los dos métodos son claros, recaudar a través de impuestos sobre la población la cantidad necesaria para pagar los bonos más sus intereses o incurrir en la venta de nuevos bonos pagando así los del “periodo” anterior en este momento podríamos reflexionar sobre la reciente emisión de deuda que ha hecho el gobierno de Cataluña y sus posibles consecuencias en el futuro ,en estos momentos la deuda le está costando a Cataluña un 7,75%.

En términos de equilibrio los bonos del estado deberían estar al mismo nivel que los préstamos de los particulares, si no fuese así todos quisieran prestar a particulares en la realidad esta situación sería difícil de darse; estas diferencias se deben como ya prevén en gran parte a las diferencias de seguridad que se suponen de los distintos agentes económicos.

En este contexto actual ya de por si conflictivo no podemos olvidar que opción será mejor para los individuos si impuestos o bonos, (queda claro que si los mismos individuos que adquieren los bonos deben de pagar los impuestos para solventar la deuda su asignación no variará), pero cuando la deuda la deba pagar otra generación aparecen opiniones muy diferenciadas


Y en este momento, quién  puede desear comprar los bonos al -0,55; recibiendo menos dinero del que ha invertido, si fuese así nadie, la razón es que estos bonos se caracterizan por estar protegidos contra la inflación, básicamente si la inflación aumentase un 1,69 por 100 anual, estos bonos recibirían una rentabilidad del 1,14 por 100 (esta última es la rentabilidad de los bonos convencionales a 5 años). Así los inversores están empezando a anticipar el impacto de un posible repunte de la inflación, de esta manera si se cumplen las expectativas de Ben Bernanke de una inflación del 2 % estos bonos tendrían para sus compradores una rentabilidad del 1,5%.

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