martes, 30 de noviembre de 2010

El Gobierno acusa a Alemania y Francia de aumentar la incertidumbre

El Gobierno opina que en la presión que está sufriendo España en los mercados de deuda desde finales de octubre se debe a la especulación y a la propuesta de Alemania y Francia de incluir a los agentes privados en futuros rescates. Según ha admitido hoy la vicepresidenta económica, Elena Salgado, la aprobación del rescate a Irlanda no ha sido suficiente para atajar el riesgo de contagio de la crisis fiscal del euro. La razón es que la insistencia de Berlín y París por adoptar esta medida a partir de 2013 introduce "incertidumbre" entre los inversores sobre lo que va a pasar con su dinero en un futuro. Pero no sólo hay dudas.

Según ha afirmado la también ministra de Economía, el nuevo episodio de turbulencias se explica por "la incertidumbre de los inversores a largo plazo sobre el alcance de las nuevas cláusulas de acción colectiva". Aunque España tiene los problemas de déficit, el germen de las dudas de los inversores, que tiene motu proprio, el rebrote de las presiones de las últimas semanas se han avivado por la reiterada voluntad de estos dos países de que los bancos y fondos de pensiones acepten una quita en caso de rescate de algún país cuando el actual fondo de 750.000 millones adquiera rango de permanente dentro de tres años. Esto supone que corran con parte del coste de los rescates renunciando a un porcentaje de su inversión en deuda de los países que reciban la ayuda y acepten pérdidas. La propuesta, sin embargo, se ha suavizado en el Ecofín -reunión de ministros de los países del euro- de este fin de semana gracias a las presiones del Banco Central Europeo y el propio Gobierno de España.
Al final, para asegurar un criterio uniforme, a partir de junio de 2013 en todas las emisiones de deuda de los países de la zona euro se fijarán unas cláusulas de acción colectiva que establecerán las condiciones que se pueden modificar de las emisiones en los casos en que un país tenga dificultades para pagar la deuda. Estas cláusulas permitirán modificar el periodo de amortización de la deuda, su tipo de interés o incluso reducir el principal.
Transparencia contra especulación
Salgado, en una conferencia celebrada esta mañana en Girona ante un millar de conferenciantes de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), ha añadido que el otro factor que ha impulsado la desconfianza sobre la deuda española a niveles desconocidos desde que el país entró en el euro es la actividad especuladora de quienes apuestan en contra de España. La solución que defiende para pararles los pies es aumentar la transparencia en las cuentas públicas ya que, según ha explicado, permitiría recuperar la confianza de los inversores y dejar sin argumentos a quienes dan por seguro su caída.
En la misma línea, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha asegurado que la situación de España se debe a "fluctuaciones de corto plazo" -sensación de alarma- que, según ha añadido, "todas van en la misma dirección" -en contra del país-. Por eso, en "momentos de turbulencias" como los actuales, ha abogado por centrarse en las actuaciones que mejoren los aspectos fundamentales de la economía -actividad, paro, déficit- y "ejecutar las políticas planteadas", en relación a las reformas en marcha y las previstas. "Y los mercados reaccionarán a ese sentimiento", ha augurado.
Compromiso por reducir el déficit
En este sentido, la ministra Salgado se ha reafirmado en que el Gobierno cumplirá con los objetivos de déficit comprometidos ante la UE "de manera estricta y en plazo todo lo planteado" pese a las dudas de Bruselas. Tanto el objetivo de déficit de final de año del 9,3% de PIB para el conjunto de Administraciones Públicas como el 6% de PIB para los próximos presupuestos, están garantizados, ha añadido. Salgado ha repetido este mensaje varias veces en pocos minutos y, aunque no ha hecho referencia directa, iba dirigido hacia la Comisión Europea, que ayer manifestó a través de sus previsiones, dudas de que España cumpla estos objetivos.
Salgado también se ha esforzado en diferenciar el caso de Irlanda con el español, especialmente por lo que respecta al sistema bancario irlandés. Según ha recordado, los bancos irlandeses "tenían enormes cantidades de activos dañados" y esto supone un peso importante para sus cuentas públicas. De hecho, de los 85.000 millones que ha aprobado la UE para rescatar a este país, 35.000 millones se destinarán a apuntalar a su sector financiero. La banca española, sin embargo, está sana. Si Irlanda gastará en reestructurar el sistema bancario el equivalente al 20% de su PIB, España, sin embargo, solo ha dedicado cerca del 1,1% de su riqueza, es decir, unos 10.500 millones, para la reestructuración de sus cajas. Cinco procesos de reestructuración ni siquiera han pedido ayudas. Y el resto de lo entregado, todo es "en forma todo de préstamos reembolsables en cinco años y con un interés por encima del 7%", ha apuntado.
La Ministra ha repasado todas las medidas de ajuste y austeridad aplicadas en España a la administración central y también exigida a las comunidades autónomas y los ayuntamientos. También los mayores requisitos de transparencia exigidos a la banca. "A los grupos políticos, a todos, pero en especial al Partido Popular" les ha exigido responsabilidad y esfuerzo también para cumplir los objetivos marcados. "Creo que el PP debe aportar más a la confianza", ha advertido.


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