martes, 16 de noviembre de 2010

Los extremos se tocan

Hace unos días publicamos un artículo acerca de la dificultad que en estos momentos hay en los Estados Unidos para refinanciar las hipotecas para las personas que se encuentran con una hipoteca sobrevalorada y sin prácticamente ingresos para cubrir los desmesurados pagos mensuales. El mismo artículo decía que a lo largo de este año ¡1,2 millones de casas serían embargadas lo que supone una cifra similar de familias que se quedaran en la calle! Eso en la primera potencia del mundo, aquí hay algo que va muy mal y de paso deja clara la necesidad de una cobertura social tan rechazada por la ideología estadounidense. Parece que un mercado de libre competencia perfecto en el que todo se soluciona por si solo no parece funcionar demasiado bien... Además según las encuestas la mayor parte de la población estadounidense ya no cree en el "sueño Americano" y no ve posible el fácil ascenso de un sector de la sociedad a otro.


Los estadounidenses tienen la mayor desigualdad de ingreso en el mundo rico y, en los últimos 20-30 años, los norteamericanos han experimentado también el mayor incremento en desigualdad de ingreso entre los países ricos. En Estados Unidos hay 43,6 millones de pobres, equivalente al 14,3% de la población. A estas cifras además le podríamos añadir las cifras de pobres que las políticas exteriores
y las de sus grandes multinacionales provoca en terceros países de Asia,
África y América latina, impidiendo la expansión de determinados sectores y evitando el desarrollo de estos, pero claro eso no está demostrado.

Esto deja en evidencia el modelo de crecimiento de los EE.UU. y refuerza aún más la necesidad de desarrollar un modelo quizá menos agresivo, pero en todo caso más equitativo. Y digo quizá porque un alto crecimiento no es malo, ni incompatible con una sociedad con mayor nivel de vida y justa con su entorno, es solo que necesita de otras políticas en las que apoyar dicho crecimiento, sino queda cojo y arrastra a si mismo hacia la decadencia.


Al otro lado ideológico y que podría parecer tan lejana encontramos a China, la segunda potencia mundial y la primera en crecimiento. Pues bien, resulta que China tiene mas de 300 millones de pobres y a lo largo de los últimos 25 años la desigualdad no ha dejado de crecer. Dejándose notar mas esta desigualdad entre las zonas urbanas del este de China y las rurales del oeste. Lejos de como preveía el gobierno chino, verse arrastradas estas zonas por el enorme crecimiento de la zona industrial, las desigualdades no han ido más que en aumento.

La pequeña diferencia es que el gobierno chino tiene que acallar las voces de sus campesinos, que no parece difícil dada la incapacidad de estos de pronunciarse y Estados Unidos en cambio no tiene que preocuparse por esas voces ya que son prácticamente inexistentes porque sus ciudadanos parecen tener bien metido en la cabeza aquello de "tienes lo que te mereces". Aunque bien es cierto que el gobierno de Obama parecía muy dispuesto, entusiasta y respaldado para poder aplicar una serie de medidas en una dirección social y medioambiental, se encuentra con cada vez mas resistencia de la sociedad americana encabezada por los republicanos y un sector de estos que parece de película de principios de siglo anterior y que encajaría mas en la Alemania de un hombre muy de derechas. Sería un primer paso hacia el cambio que se escuchen voces de sensatez, pero no se ven en el horizonte a menos que la situación empeore.

Se me viene a la cabeza la expresión “los extremos se tocan” y es que parece ocurrir constantemente en este mundo. Como ejemplo destacaría, algo que parece mas un chiste que una realidad: Hace unos días EE.UU., en la cumbre internacional del G-20, proponía limitar los saldos exteriores de los países en un 3 o 4%. Esta propuesta quedaba vetada por China, que la calificaba de ¡demasiado proteccionista!. Una situación que se parece mucho a aquella que se produjo en aquel lejano otoño de 1944 en Bretton Woods cuando los EEUU vetaban algo muy similar, porque claro contradecía la libre competencia. La única diferencia el tiempo.

Promueven dos visiones muy diferentes de desarrollo y crecimiento, pero podemos concluir que no importa como crezcas o cual es tu ideología siempre lo haces a costa de alguien y eso debe cambiar...

2 comentarios:

  1. Super Kukis Lolailolá16 de noviembre de 2010, 1:01

    olé, olé y oleeeeé!!! :)

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  2. Buen articulo Nikita, para el caso de China hay que recordar la revuelta sangrienta de 1989, donde se disparo contra civiles(la mayoría estudiantes). Y esta en la mente aun hoy en día de aquellas personas que lo vivieron, como puede ser que un premio Nobel de la paz este encarcelado hoy en día...eso casi nos podría hacer pensar en la represión durante el régimen nazis, de persecución, arrestos, propaganda.

    Estados Unidos, como lo dice el articulo, Obama era una gran promesa de cambío pero como suele pasar con esa promesa, todas se desinflan.
    Reunión del G-20, siempre lo mismo cada año el cambio climático, que firmen un pacto... y nunca se da... expectativas muchas resultados pocos, nadie se arriesga por lo que se debe hacer.

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